dijous, 13 de setembre del 2012

RETRATO DE UNA MUJER CON UNA PLUMA EN EL SOMBRERO


"Retrato de una mujer con una pluma en el sombrero" es un cuadro pintado por Tomás Stewart, especialista en pintar retratos de cómicos londinenses en el siglo XVIII. Su atribución es reciente, pues anteriormente se atribuía al retratista Gilbert Stuart.



Se trata de un descubrimiento del pasado mes de junio de 2013, producido tras la restauración del cuadro. Pero no fue el único descubrimiento, esta limpieza permitió conocer la identidad de esta enigmática dama, se trata de Mademoiselle de Beaumont, también conocida/o como el Chevalier d'Eon.

Durante gran parte de su vida fue un diplomático francés en Londres o San Petesburgo, tras participar en la Guerra de los Siete Años. El espionaje fue su mayor dedicación, junto a la intriga y el chantaje, optando por  múltiples  identidades como hombre o mujer indistintamente.


Se desconoce el momento y la causa por la que optó exclusivamente por una identidad femenina. En muchas ocasiones había dicho que biológicamente era una mujer. También se señala un absurdo pacto con Luis XV, para evitar que salieran a la luz pública secretos comprometidos de este monarca tan poco discreto. Todo indica que el rey le obligó a tomar una de sus dos identidades y optó por el de la Señorita de Beaumont.



Con esta nueva apariencia se instaló definitivamente en Londres, llevando ya siempre ropa de mujer. Pero según los testigos de la época, andaba como un hombre, hablaba como un hombre y tenía todos los vicios masculinos. Aun con todo, su género y sexualidad fue ampliamente debatida en los círculos sociales, dando lugar a una apuesta sobre la misma en la bolsa de Londres.

En esta ciudad conoce al propio Giacomo Casanova que se convence de que se trata de una mujer, o el propio Beaumarchais quien tras un examen con varios médicos declara que se trataba de una mujer. Las sumas pagadas por las apuestas fueron enormes.


Muerto Luis XV, su hijo no quiso saber nada ni de la Señorita de Beaumont, ni del Caballero d'Eon, pero siguió cobrando su pensión hasta la llegada de la Revolución Francesa, Hecho que supuso su ruina total, dada la vida de lujo a la que estaba habituada. Los últimos años de su vida se los pasó vendiendo sus recuerdos, entre ellos la medalla de San Luís o actuando de espadachín. Muerto Luis XVI no tenía ninguna necesidad de aparentar ser una mujer, pero siguió optando por su identidad femenina.



Murió en la capital inglesa a la edad de 81 años. Los médicos que documentaron su deceso al examinar el cuerpo descubrieron sus atributos masculinos intactos, 15 testigos más lo certificaron así dejando uno de los más grandes enigmas de la historia. Seguramente fue una mujer con unos importantes atributos masculinos. 

Mas: http://retratosdelahistoria.lacoctelera.net/post/2006/12/25/el-caballero-d-eon-espia-su-majestad

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GUY HOCQUENHEM, RACE D'EP